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Cómo sobrevivir a las críticas
«Las críticas pueden no ser agradables, pero son necesarias. Cumplen la misma función que el dolor en el cuerpo humano. Llaman la atención sobre el mal estado de las cosas»
Winston Churchill
¿A quién le gusta escuchar las críticas acerca de su apariencia, conducta o trabajo? Supongo que a muy pocos, si no es que a nadie. Sin embargo, los amigos, la familia o los compañeros de trabajo con frecuencia están dispuestos a emitir opiniones, o quizás será mejor decir juicios, acerca de lo que pensamos, sentimos o hacemos.
No podemos escapar a las evaluaciones que se hacen de nosotros. Para algunos es más difícil lidiar con la crítica, que trae como resultado temor, ansiedad o enojo y una actitud defensiva. Aprender a manejar los comentarios críticos que se reciben requiere de tiempo, práctica y experiencia, pero no es algo imposible de lograr. Si otros lo han logrado, tú también puedes hacerlo, sobre todo si sigues esta guía de supervivencia ante la crítica.
Toma en cuenta todos los comentarios que te hacen. No los descartes porque “te tienen envidia” o “te tienen mala fe”. Escucha con atención porque el otro podrá estar diciendo algo verdadero, útil o positivo; por duro que sea aceptar sus apreciaciones, vale la pena enterarte de lo que piensa. Cuando digo que hay que escuchar, quiero decir que hay que atender al contenido, no sólo al hecho de que nos sentimos criticados. A veces tomamos una actitud defensiva porque nos concentramos demasiado en la forma en que alguien nos comunica sus ideas, nos sentimos ofendidos y perdemos de vista lo que están tratando de decirnos.
Separa el trigo de la paja. Evalúa la pertinencia de las opiniones ajenas. Sobre todo, pregúntate si, de acuerdo a tus intereses y metas, estas son útiles o importantes. Muchos juicios no requieren de respuesta de tu parte. Puedes comprender los puntos de vista del otro sin estar forzosamente de acuerdo con él/ella.
Dales crédito a las ideas ajenas. Reconocer la validez de los argumentos contrarios a los tuyos puede ayudarte, por ejemplo, a ver algún aspecto de tu personalidad o de la situación hasta ahora ignorado por ti. Las críticas pueden contribuir a tu crecimiento personal y emocional. Al aceptarlas muestras humildad y fortaleza de carácter.
Admite tus errores. Después de todo, es de humanos errar.
Disóciate emocionalmente de la crítica. Los demás opinan sobre tu conducta, no sobre ti. Tú no eres tu conducta ni tus opiniones; eres mucho más que eso. A veces nos sentimos insultados porque igualamos lo que hacemos o dejamos de hacer con nuestra persona.
Haz tu propia evaluación. Los demás tienden a pensar que saben qué es lo mejor para ti. La verdad es que no hay nadie mejor que tú para decidir hacia dónde quieres dirigir tus acciones y tu vida en general. Escucha la evaluación de otros, pero dale la debida importancia a la tuya.
Responde, no reacciones. Mantente calmado y escucha. Toma unos minutos antes de responder, permite que tu cabeza se enfríe. Evita actuar sólo desde tus emociones, de manera compulsiva. Esto es reaccionar y al hacerlo puedes dañar tus relaciones. Combina razón y sentimiento para un mejor resultado. Si tiendes a reaccionar más desde tus instintos y te “enciendes” rápidamente, te sugiero escribir los consejos o comentarios que estos escuchando para mantenerte en un estado más analítico. Después haz lo que consideres conveniente con las notas que tomaste: descartarlas, utilizarlas en tu desarrollo profesional o personal o discutir respetuosamente la validez de los juicios expresados. El propósito de esta práctica es aprender a ser más emocionalmente inteligente.
Pregunta y aclara. Evita recibir comentarios vagos que sólo generan ansiedad. Antes de reaccionar solicita detalles, asegúrate de entender qué te están tratando de decir y pide sugerencias sobre cómo mejorar tu conducta.
¿Cómo manejas la crítica? ¿Qué métodos has utilizado para lidiar mejor con los comentarios que te hace tu jefe, tus amigos o tu familia?
Autor: Victor Jimenez
Fuente: el universal http://blogs.eluniversal.com.mx/weblogs_detalle14162.html
Articulo recuperado de internet